RUMBO A VICTORIA ( BRITISH COLUMBIA, CANADA)

Esta mañana no hubo lugar en nuestros planes para desayunar en Martina Bakery ni en Starbucks, ya que madrugamos mucho para tomar un barco, afortunadamente tenemos el puerto a unos escasos metros así que cuando aun no había salido el sol ya estábamos caminando por las calles de Seattle, volvimos a pensar entonces que maravilla de ciudad.... aún no había amanecido y ya podías pasear tranquilamente por sus calles llenas de gente, algo muy habitual en España pero no tanto en Estados Unidos.

Seattle

Una vez en el barco comenzo a despuntar el sol, disfrutamos viendo como a medida que nos alejábamos de Seattle su skyline era cada vez mas bonita, pudimos observar el Spice Needle en todo su esplendor , eso si...rodeado de unas impresionantes nubes que amenazan fuerte lluvia, aun así el aspecto que daban a la ciudad nos encantaba ( podréis verlas en las fotos).
Nada mas que el barco inicio su trayecto nos ocurrió una anécdota que cambiaría nuestros planes.

Al zarpar el barco el capitán comenzo a hablar durante un rato largo y la verdad nosotros no entendimos nada de lo que dijo, una adorable anciana que estaba sentada delante de nosotros nos pregunto si le habíamos entendido y le dijimos que no ya que nuestro ingles deja mucho que desear y además el capitán hablaba rápido y el sonido no era muy claro, ella se brindo muy cortésmente a indicarnos lo que el capitán había dicho, según ella recomendó tomar dos pastillas para el mareo que gratuitamente repartían en la cafetería del barco ya que se esperaba un viaje muy movido y era posible que muchos de los pasajeros sufrieran mareos y vómitos, aun no se como....ya que no es habitual en nosotros hacer estas cosas pero Santiago se dirigió a la cafetería y trajo cuatro pastillas, dos para cada uno , sin ningún tipo de duda nos tomamos las dos pues no queríamos sufrir ni vomitos ni mareos ya que se trataba de disfrutar el viaje, llegar ,conocer la ciudad y volver en el barco de la tarde, esos eran nuestros planes iniciales.
Al rato de tomar las pastillas nos comenzamos a sentir realmente mal....apenas podíamos hablar, teníamos dolor de cabeza fuerte y eramos incapaces de mantener los ojos abiertos, estábamos realmente como drogados, no sabíamos si esta reacción era normal o no y confiabamos en que pasara antes de que el barco llegara a puerto, el viaje se nos hizo duro en esta situación y lamentablemente no lo disfrutamos tanto como nos hubiera gustado, la "bondadosa anciana" nos dijo que sentir sueño era normal , que no nos preocuparamos que ella las tomaba con frecuencia . 
A todo esto he de decir que el barco no se movió en absoluto y la travesía fue de lo mas tranquila, es decir no hubiéramos necesitado en absoluto tomar esas pastillas, pero ahí no termina el asunto....en ningún caso había que tomarse las dos juntas....si no que te daban dos una para la ida y otra para la vuelta....pero esto lo leímos desgraciadamente cuando ya no había remedio.

Gatsby Mansion

Tan mal hicimos la travesía que una vez que el barco atraco solo queríamos encontrar un hotel, ya que nos sentíamos incapaces ni de caminar, nada mas desembarcar vimos una mansión preciosa: Gatsby Mansion y entramos en ella....lo único que de allí nos llevamos fueron unas bonitas fotos que podréis ver, el lugar era espectacular y paseamos por el interior de todas sus instalaciones con total libertad, no vimos a nadie , así que nos fuimos, realmente necesitabamos comer y dormir , caminando nos encontramos con un lugar llamado Santiago´s .....y  pensamos que el nombre nos invitaba a entrar, así que así lo hicimos, comimos bien y afortunadamente al lado había un hotel, entramos y nos fuimos directamente a dormir, fue como si estuviéramos anestesiados...no recuerdo ni como nos dormimos.
Despertamos de un profundo sueño varias horas mas tarde , con dolor de cabeza y con mucha hambre, así que yo me vestí y baje para conseguir algo de comida, fui al mismo restaurante en el que habíamos comido y subí unas hamburguesas y agua a la habitación, entre sueños recuerdo todo esto , se que comimos de nuevo y seguimos durmiendo hasta el día siguiente.
Como veis nuestra visita a Victoria no es precisamente la  planificada por nosotros, por supuesto no paramos de acordarnos de la encantadora ancianita que posiblemente con toda su buena fe nos había metido en aquel lió, aunque en fin....si alguien tuvo la culpa fuimos nosotros por tomarnos así como así unas pastillas que no conocíamos y sin asegurarnos de la cantidad, posiblemente no la entendimos bien pero si nos juramos que pasara lo que pasara en la vuelta, ya fuera la mas fuerte de las tempestades nunca mas tomaríamos aquello. 
Eso si al menos durante nuestra búsqueda de hotel hice el esfuerzo de tomar algunas fotografías de aquella que  prometía ser una preciosa ciudad que mañana conoceríamos .....otra vez dormiremos fuera del que es nuestro hogar en Seattle...y otra vez no estaba en los planes.....parece que esto se esta convirtiendo en una costumbre...tal vez debería salir con una pequeña maleta en cada una de nuestras excursiones...no creéis??.